En los pueblos de Segovia, el otoño huele a chimenea, a pan recién hecho… y, por supuesto, a asado. Entre conversaciones de sobremesa y el sonido de la leña, siempre surge el eterno debate: ¿eres más de cordero o de cabrito?
Ambos tienen ese sabor auténtico de la cocina rural que tanto nos gusta, pero cada uno tiene su carácter. Hoy en Dorea ponemos cara a cara a estos dos clásicos del horno segoviano para ayudaros a decidir cuál conquista vuestra mesa (aunque os avisamos… ¡os costará elegir!).
El cordero: sabor intenso y tradición segoviana
El cordero asado es todo un símbolo de Segovia. Su carne es tierna, con un punto jugoso y un sabor potente que recuerda a las recetas de siempre. En los pueblos, se dice que “el cordero manda en el horno”, y no les falta razón:
- Su grasa se funde lentamente, dejando una piel dorada y crujiente
- El aroma que desprende al asarse es puro hogar
- Ideal para quienes buscan un sabor más profundo y una textura firme
En Dorea, seleccionamos corderos de origen nacional y los asamos con el mismo mimo que en las casas rurales de antaño. Solo hace falta abrir el horno… ¡y viajar de golpe a Segovia!
El cabrito: delicadeza y ternura en cada bocado
El cabrito asado es más joven, más suave y con un sabor más fino. Es el favorito de quienes prefieren carnes ligeras y tiernas, con un toque más elegante:
- Su carne es más clara y jugosa
- Perfecto para quienes disfrutan de sabores sutiles y texturas suaves
- Es ideal para comidas especiales o celebraciones familiares
En el mundo rural, el cabrito siempre ha sido símbolo de fiesta. Si el cordero representa la tradición, el cabrito representa el capricho del buen comer.
Cordero o cabrito: ¿cuál gana el duelo del asado?
La verdad es que en este duelo no hay perdedor. El cordero conquista por su sabor potente y su carácter rústico; el cabrito, por su suavidad y delicadeza. Ambos tienen su momento, su ocasión y su tipo de comensal.
En otoño, cuando el frío empieza a apretar, lo mejor es no tener que elegir. Un fin de semana de cordero y otro de cabrito… y problema resuelto.
En Dorea, os lo ponemos fácil: tanto el cordero como el cabrito pre-asado llegan listos para dar un horneado de 30 minutos y a disfrutar, con ese toque artesano que solo se consigue con años de experiencia y horno tradicional. Sin moveros de casa, podéis sentiros en un pueblo segoviano, con el sabor auténtico del campo y el aroma del asado recién hecho.










