En el corazón de Castilla, donde los pastos son verdes, el aire es puro y las tradiciones siguen vivas, nace uno de los productos más apreciados de nuestra gastronomía: el cordero lechal de Segovia.
En este entorno rural privilegiado, en Dorea elaboramos nuestros asados manteniendo la esencia de siempre: calidad, origen y sabor auténtico.
Aunque nuestra marca no pertenece al registro de la IGP Lechazo de Castilla y León, nuestros corderos cumplen todos los requisitos de calidad, raza y alimentación que exige esta denominación. Porque lo importante, más allá del sello, es el respeto por la tradición y el cuidado en cada paso del proceso.
Qué significa la IGP Lechazo de Castilla y León
La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Lechazo de Castilla y León es una distinción que garantiza que el producto proviene de corderos lechales alimentados exclusivamente con leche materna y nacidos en explotaciones de razas autóctonas —principalmente Churra, Castellana y Ojalada— dentro del territorio de Castilla y León.
Este sello asegura trazabilidad, control y autenticidad, y sin duda representa un orgullo para la región y para todos los que trabajamos día a día por mantener vivo el sabor de nuestra tierra.
Dorea: tradición segoviana y calidad garantizada
En Dorea compartimos los mismos valores que defiende la IGP: proximidad, respeto animal, alimentación natural y crianza en el entorno rural segoviano.
Nuestros corderos lechales proceden de granjas familiares de Segovia, donde se mima cada detalle: desde la alimentación materna hasta el punto exacto de asado que consigue una carne tierna, jugosa y con ese sabor tan característico del asado de pueblo.
Aunque no formamos parte del registro IGP, nuestros estándares de calidad son igual de exigentes. Nos avalan años de experiencia, el conocimiento de nuestros ganaderos y la confianza de quienes buscan en cada bocado el sabor auténtico de Castilla.
El valor de lo local
En un mundo cada vez más globalizado, defender lo local es apostar por el futuro.
Por eso, desde Dorea seguimos elaborando nuestros asados de cordero y cabrito como se ha hecho siempre en los pueblos segovianos: con horno tradicional, tiempo, paciencia y cariño.
Porque la calidad no siempre necesita un sello… pero sí necesita compromiso.
La IGP Lechazo de Castilla y León es sin duda un referente de calidad que merece todo nuestro respeto. Y en Dorea, aunque no formemos parte de ese registro, compartimos la misma filosofía: mantener viva la tradición, proteger nuestras razas autóctonas y ofrecer al consumidor un producto honesto, de confianza y con sabor a Segovia.
Porque al final, lo que importa es eso que no se puede etiquetar: El sabor de un asado de pueblo, hecho con alma.










